De sobra es conocido a estas alturas por la mayor parte de la sociedad el caso de Castro Urdiales por el que dos menores de edad han acabado con la vida de su madre y han sido detenidos por ello. En numerosos medios se ha señalado la condición de adoptados de los menores así como su origen ruso, algo que puede incitar y/o condicionar al público objetivo y ajeno a la adopción a pensar que cualquier menor adoptado, más aun si este es de origen ruso, es conflictivo o un peligro para la integridad física de los adoptantes.
Hablamos de una información, la de la condición de adoptados de los menores, que es irrelevante para el hecho en sí teniendo en cuenta que esta no va acompañada de una justificación que pueda llevar a estos menores a una mayor agresividad, sin tener en cuenta la vida que tenían en presente por sus padres adoptivos, si vivían o no una situación de violencia familiar, etcétera, algo que tras la detención y primeras declaraciones del menor si se ha conocido y hecho público pero no lo así mismo en primera instancia como si se hizo con su condición de adoptados.
El código deontológico de la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España), señala en sus principios generales punto 4 que “ Sin perjuicio de proteger el derecho de los ciudadanos a estar informados, el periodista respetará el derecho de las personas a su propia intimidad” haciendo hincapié a la intimidad en menores ya que señala que “se prestará especial atención al tratamiento de asuntos que afecten a la infancia y a la juventud y se respetará el derecho a la intimidad de los menores”. Hay que tener en consideración que esta información sobre el hecho de ser adoptados afecta e influye no solo en el autor confeso sino en miles de menores tanto adoptados como en centros a la espera de una adopción y en situación de desamparo. Así mismo su condición de adoptados no es relevante en los hechos como si lo es que su condición de adoptados, forma de apego, traumas por herida primaria, etcétera hayan sido atendidos de forma correcta desde su llegada a la familia adoptiva así como el trato de sus padres que, sin haber sido hijos adoptivos, un maltrato hacia menores puede tener el mismo fin.
Desde La Voz de los Adoptados alzamos nuestro más profundo rechazo al tratamiento que se ha hecho de esta información por su irrelevancia en lo sucedido tanto su origen ruso como el hecho de ser adoptados ya que el hecho de que sean adoptados no es la razón del trágico final de esta historia familiar por la cual trasladamos condolencias a la familia.
Aquí se puede leer el comunicado de CORA:
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