La voz de los adoptados
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Ser adoptado en el siglo XXI

Por suerte cada vez hay más concienciación en el mundo adoptivo sobre lo que supone ser adoptado en la actualidad, es por ello que no es mi principal objeto a tratar en esta publicación. La falta de concienciación, de empatía y de conocimiento sobre lo que supone ser adoptado actualmente y de cara al resto de la sociedad a veces nos pone en situaciones incómodas y a veces difíciles para mordernos la lengua. Sí que me voy a permitir no hablar de racismo ya que como adoptada nacional no soy la más apropiada para ello.

A punto de alcanzar la tercera década del siglo XXI una parte importante de la sociedad considera que como adoptados debemos estar agradecidos, que si algo sale mal en una adopción es culpa del adoptado, una persona rebelde, con inclinaciones a la drogadicción o cuestiones similares pero nunca se habla de una sociedad incapaz de entender lo que supone la adopción para un menor. Se habla de suerte de ser adoptado pero no la suerte de no serlo y mantenerse con los padres biológicos, somos conscientes de que no siempre se puede mantener esta relación pero sí somos conscientes de que la suerte no la tenemos nosotros sino aquellos que viven con sus padres biológicos y tienen una vida similar a la nuestra. Una sociedad que te dice que buscar los orígenes es ser desagradecido, una sociedad que dice que si un animal es capaz de adaptarse a una “adopción” también lo es un niño (real, tengo una anécdota al respecto), una sociedad que no sabe que ser adoptado no es una suerte, es la consecuencia a un abandono o retirada de custodia o que no se deja de ser adoptado por cumplir la mayoría de edad y digo esto porque siempre que se habla de adoptados se habla de niños, de menores y después de la adolescencia diría que otro de los momentos más difíciles de un adoptado es pasada, a veces bastante pasada, la mayoría de edad.

En definitiva… se intenta de forma incesante cambiar la visión de la adopción para adoptantes y futuros adoptantes pero, ¿Qué pasa con el resto de la sociedad? ¿Qué pasa con esas personas que no tienen nada que ver con la sociedad o que tienen que ver de forma externa (teniendo primos, sobrinos o amigos adoptados) y que con comentarios fruto del desconocimiento pueden hacer daño involuntariamente a un adoptado?

Irene L.

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