Flor
Ni bien nací, fui a vivir con una familia de tránsito y a mis 10 días de vida llegué a mi casa, en dónde me esperaban mis padres y un hermano de 3 años, que también es adoptado al nacer.Hoy vivo con mi marido y mis dos hijas.
Después de encontrar a mi madre biológica sentí alivio y paz. Pude cerrar un capítulo de mi vida.En 2018, encontré a mi padre biológico pero todavía no lo he conocido. Espero algún día poder encontrarme con él en persona para saber esa parte de mi historia que todavía me falta.
Ser hija adoptiva es un parte muy importante de mi identidad, de quién yo soy hoy. Y siento que por haber sido dada en adopción y gracias a que he podido elaborar todo lo que ello implica, hoy puedo ayudar a otras personas… lo cual hace que todo haya valido la pena.
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