Tras la noticia en la que PP propone retrasar la expulsión de las sin papeles que entreguen a su hijo o hija en adopción que se han hecho virales en las últimas horas, queremos mostrar nuestro completo rechazo hacia aquellos hechos y medidas que no tengan como prioridad el bien superior de los y las menores. La separación de una madre y un hijo o hija no es inocua para ninguna de las partes, provocando al o a la menor problemas relacionados con la falta de autoestima, dificultad en la construcción de la identidad, sentimiento de no ser querido o querida, entre otras cuestiones.
Además por razones de ética y moral, estamos completamente en contra de que ideas como esta no solo se lleven a cabo sino de que además se planteen porque se vulnera desde el inicio el interés superior de los y las menores. Estos y estas ingresarían de forma innecesaria en un programa de protección de menores como es la adopción, que se ocupa de proporcionar una familia a los niños y niñas que carecen originalmente de ella.
Este planteamiento transmite que la adopción y los niños y niñas vulnerables son objeto y un medio en plena campaña electoral para solventar problemas sociales como la inmigración, las largas listas de espera en adopción nacional, el problema de la infertilidad y/o la falta de crecimiento poblacional.
A lo largo de la mañana del jueves 14 de marzo Pablo Casado ha dicho no haber mencionado tales palabras ni ideas pero, sin entrar a debatir si las ha dicho o no, nos gustaría que sirviesen estos hechos para dejar claro el sentir de las personas adoptadas y otros colectivos frente a medidas en apariencia sociales que son más fuente de problemas que de soluciones para las y los implicados.
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