La voz de los adoptados
logo_la-voz-de-los-adoptados

¿Los perros son adoptados?

No deja de sorprenderme como hija y futura madre adoptiva, hasta dónde puede llegar la sociedad en tergiversar o usar de un  modo inapropiado el lenguaje.

A lo largo de mi vida, me he encontrado con formas de interpretación incorrectas (sobretodo últimamente) con temas referentes a la adopción en concreto. Por ejemplo:

    – A esta niñ@  le ha venido Dios a ver
    – ¡Qué suerte tienes!
    – Si tuviera dinero adoptaría un negrito
    – Yo tengo a mis «propios» hijos
    – No se quiere igual a un hijo adoptado que a uno «propio»
    – ¿Para qué buscas, no estás contento con tus padres?

Y una larga lista de etc… A veces son comentarios y otras veces actuaciones que denotan discriminación e incluso falta de tacto. Apuesto que la gente que lea este blog se siente familiarizada con muchas de las que he mencionado.

La última sobre la que me he parado a pensar es sobre la mal llamada «adopción de animales» (perros, gatos, conejos, ballenas….Cualquier cosa, he visto hasta muñecas a las que les puedes cambiar el nombre las veces que te de la gana porque son adoptadas)

Pienso que cada día nos estamos volviendo más atolondrados otorgando mucha importancia a cosas que no la tienen y sin embargo, se la restamos a las que, bajo mi punto de vista, sí la tienem ¿Cómo hemos podido llegar a explicar una situación diciendo que «quería tener un perro,así que me fui a una perrera en vez de comprármelo porque sino allí los matan, me enseñaron varios, me gustó un pastor alemán y lo adopté»?

Estoy muy de acuerdo en no comprar perros de raza si no te ganas la vida como criador compitiendo en exhibiciones y acudir a un lugar donde son gratuitos y además salvarías o cambiarías la calidad de vida de uno de ellos.

¿Pero qué narices tiene que ver esto con la adopción? ¿Acaso la adopción es algo tan automático? ¿Acaso lo haces por ayudar a los niños del tercer mundo que están fatal y por eso no tienes uno biológico?

Padres e hijos adoptivos y señores que no tienen que ver con la adopción: Los animales no se adoptan. Si ahora se llama así es porque en la sociedad la adopción guarda de forma subyacente un mensaje salvador y solidario que se ha trasladado y validado en la forma de adquirir mascotas. Si no cortamos este vocabulario nunca lograremos que dejen de ver a las familias adoptivas como «Misioneras de la obra del Buen Pastor» y esto principalmente no es bueno para los hijos (que somos los protagonistas del hecho adoptivo y los que tenemos derecho a tener una familia, si es necesario para nuestro correcto desarrollo)

Con esto de ser tan naturales, tan comprometidos, estamos perdiendo de vista cómo un niño adoptado interpreta la explicación de la adopción de un perrito o gatito, es más, fantaseará en silencio durante semanas pensando en esta idea y comparando sus vicisitudes con las del animal.

Igual que los padres y los hijos corregimos comentarios incorrectos de terceras personas del tipo «¿Dónde está tu/su madre verdadera?» Se debe corregir igualmente a alguien que nos diga «Mi gato es adoptado»

Por suerte, cuando yo era pequeña no se estilaba «adoptar» perros, si no, me habría sentido fatal pensando en la mala suerte que habría corrido yo de no haber sido afortunada por haberme adoptado alguien.

PERROS

.{jcomments on}

Añadir un comentario