La voz de los adoptados
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Calendario 2022 – Junio

imagen del mes de junio en el calendario, con la historia corta de Emmanuel y de Clark Kent. Emmanuel: Soy Emmanuel Avila tengo 28 años, soy de adopción nacional en Argentina. Me adoptó una familia española con dos hijas biológicas. Me adoptaron con 9 años. Viví en México, Estados Unidos y actualmente resido en España. Clark Kent: Me llamo Clark Kent, alías Superman, no sé cuántos años tengo, creo que soy inmortal, nací en el planeta Kripton, llegué al planeta Tierra siendo un bebé, no sé cuánto tiempo pasó desde que mis padres me enviaron en una nave espacial hasta que aterricé en una granja de Kansas en la que me crié con mis padres Jonathan y Martha Kent. Cuando era pequeño se sorprendieron de mis super-poderes que me sirvieron para ayudarles en la granja.

Soy hijo único, vivo solo y estoy enamorado de Lois Lane.

Trabajo como periodista de investigación para un periódico.

Supe de mis orígenes, cuando los enemigos de mi familia biológica vinieron a buscarme.

Me produjo un gran impacto saber de dónde vengo y quien soy me sirvió para saber qué hacer con mis súper-poderes.

Soy Emmanuel Avila. Tengo 28 años, soy de adopción nacional en Argentina. Me adoptó una familia española con dos hijas biológicas. Me adoptaron con 9 años. Viví en México, Estados Unidos y actualmente resido en España.

Nací en Orán, un pueblo de la provincia de Salta, Argentina. Según dice en mi expediente, mi madre muere y mi padre me “regaló” a una mujer, porque no podía hacerse cargo de mí.

Esa familia era disfuncional, desestructurada y problemática. Sufrí malos tratos, abusos, desnutrición… etc. Hasta que tuve el valor de escapar y la policía me llevó a un orfanato, donde viví durante un año.

A mis 9 años me adopta una familia española que residía en Argentina en ese entonces. 

En mi familia adoptiva pude recibir cuidados, protección y respeto.

Actualmente estoy terminando mis estudios en la universidad y sigo trabajando en mi proceso personal, me doy cuenta de que he pasado por largos periodos oscuros en todos estos años, repitiendo escenas de mi infancia, momentos significativos y de mucho conflicto en mi vida. 

Ahora, cuando sueño y me veo de niño es como si estuviera viendo una obra de arte o de teatro, donde soy el espectador de mi propia historia.

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